Aguas con lo que pides...

Estaba yo muy trsite, bueno, mas bien muriendome de envidia, por que aunque menor, los aguascalentenses tenian su feria del libro, y yo aca sola, sin un alma literaria que me cuente sus desvarios, sin lecturas, sin codo, sin chelas...
Entonces, como mandada a hacer, me encontre en el periodico "The Baltimore Book Festival" que se llevo a cabo del 28 al 30 de septiembre, justo para ponerme un curita en las heridas.

Aunque intenciones si tenia de lanzarme los tres dias a ver que tal, unas cuantas complicaciones no me dejaron ir hasta el domingo, y nomas un poquito y por la noche, osease cuando ya casi estaban cerrando, pero cuenta si me di que su mentada feria era en realidad y mas que nada una gran venta callejera de libros usados, universitarios o de los que curan el alma, el espitu, las bajas pasiones y esas cosas, y todo el mundo salia contento y con un monton de libros bajo el brazo, o metiodos en una bolsa.
Hubo unas cuantos ponencias que por el puro nombre podrian rescatar el evento "Publishing, writing and popular culture" que segurito daba la explicacion a por que este doceavo festival estaba dedicado a las madres escritoras, y entre sus mejores eventos destacaba la presentacion del libro "How to be a boss without being a bitch; "Living with dragons: understanding young artist voices", y " The Maryland State Arts Council", pero como se me hizo tarde y a ninguno fui, nomas me quede con las ganas de inagurar mi nuevo sequito de amigos letrados. Aunque si conoci a un joven poeta baltimones que gusta de Octavio Paz y Pablo Neruda, me compre un libro de clasicos griegos a 1 dolar y me encontre en una esquina a Vargas Llosa.

Termine mi noche añorando cualquier noche en el Ciela, pero sostuve en alto mi copa de vino tinto.