Monday, November 24, 2008

Tarde pero sin sueño


Felicidades Marco!!!







El certamen de literatura de la Federación de Ferrocarriles Españoles (RENFE) Historias del tren se resolvio este año por el poemario "Aquellas Cartas" de Marco Antonio Campos y el libro de cuentos "Este Viaje" de Benjamin Valdivia.

Asi que el buen Marco se dio la vuelta por Madrid para llevarse a casa 15000E. Aqui les dejo un fragmento de su obra ganadora:


Ayer llega en el hoy que saluda ya el mañana.

El mirlo cantaba en el haya a la hora del degüello.

Era fines del ’72. Yo atravesaba en tren

Europa occidental, o caminaba, por saber adónde,

un sinnúmero de calles, y en cuerpos ondulados

de jóvenes tenues, o en la delgadez del aire en la rama

de los castaños, o en reflejos, que creaban imágenes,

en aguas del Tajo, del Arno o del Danubio, la creía ver,

y ella lejos, en mí, en Ciudad de México, con sus

clarísimos 19 años, regresaba en verde o azul, para luego irse

y regresar e irse en el ayer que hoy llega para hablar mañana.

Era fines del ‘72, y yo no sabía que el mirlo cantaría para mí

a la hora del degüello. Ella hablaba de amor en mí, por mí, de mí,

pidiéndome que le enviara más cartas, que guardaba

-eso decía- en el color de los geranios sobre los muros

de su casa en el barrio de San Ángel, sabiéndola diciembre

que era de otro, pero yo le escribía cartas y cartas

en el compartimiento del tren de una estación a otra,

bebiéndome milímetro a milímetro la morenía de su cuerpo

como antes, sin saber que la tinta se borraba como

el color de los geranios en el muro de su casa.

Pero al evocar ese ayer convertido en un hoy que es ya mañana,

sin escribir ya cartas entre una estación y otra, me parece

que aún oigo la canción del mirlo a la hora del degüello.

Fundación de Ferrocarriles Españoles Santa Isabel, 44 · 28012 Madrid

Saturday, November 8, 2008

Body Time

Ultimamente hemos visto, leido o escuchado que los artistas contemparaneos estan llevando a la extremo sus cuerpos para producir arte. Ya sea encerrandose desnudos y sin alimentos en algun centro cultural durante unos días, quedarse en total silencio y experiementar los desatinos que provoca la soledad y otras tantas formas de sacar al cuerpo de contexto para enriquecer la experiencia del proceso mental y por lo tanto, también, crear una experiencia artística.
Tal vez, me apresure como aquellos críticos ecolásticos que proclamaron "impresionismo" a una de mis expresiones favoritas de arte, pero es que acabo de tener una experiencia cercana del tercer tipo con un "perfonmace" del llamado arte de acción .
La sala OFF LIMITS, presentó ActionMad (Encuentro Internacional de Arte de Acción) en su programa incluia a Helge Meyer(Alemania) que planteaba como su su focus de acción Bodytime-Timebody.
Al entrar a la sala por una puerta estrecha de cristal te encuentras una reducida primera planta con una escaleras del lado derecho pegada a la pared que te conduce a una planta baja donde se representará la obra. Varias personar ya se encuentran de pie en la planta baja; desde arriba, no hay nada que te impida ver hacia abajo, asi que los que llegamos tarde nos sentamos en el piso de la primera planta.

Abajo, no pasa nada, aún. Pero varios dedos llevados a la boca y el tan conocido shhhhh te piden guardar silencio.

En el centro de la planta baja se encuentra una silla y una mesa de madera, en su superficie estan acomadadas al rededror pinzas para la ropa. Una cubeta azul frente a la mesa, a su lado izquierdo en el piso, con un aparente orden hay piedras agrupadas por dos o tres. Frente a cada una hay también un despertador redondo de metal.

Entra el actor en escena, lleva un traje negro con camisa blanca desabotanada de la parte superior y sin corbata. Baja las escaleras despacio. Se detiene de cuando en cuando mirando a los ojos a alguno de los espectadores que se encuentra en su camino, como quien juega a aguantar la mirada. Llega hasta la cubeta azul, la toma, se acuclilla frente a la mesa y empieza a escribir algo con lo que saca de la cubeta. No se que es y no se que escribe. Va hacia los despertadores que comienzan a sonar, toma las piedras, de una por una, las apila frente a la mesa, lo hace despacio, con actitud de desgano, le toma mucho tiempo. Ahora pone numeros frente a los despertadores, por como los coloca aprantan fechas, despues les da a elegir a tres personas del publico entre los numeros que le quedaron en las manos y pide que se los queden, que los guarden.
Camina despues a la mesa, recorre la silla, se sienta y escupe. Son gusanos, con los que escribio en el piso, los que traia en la boca y que ahora estan en la mesa. Se esta ahí inmóvil un momento, que en el silencio parece eterno, sus manos descansan apoyadas en los extremos de la mesa.
Toma un pinza y se la pone en la cara, cerca de la oreja, donde empieza la mandibula y asi lentamentamente se pone cada una de las pinzas que acomodadas simulaban el contorno de la mesa. El rostro esta lleno, entonces se lavanta, toma dos pinzas en sus manos, camina y se las da a dos personas del público. Pide que escriban algo en ellas que los demás no alcanzamos a oir; después pide que se las pongan también en el rostro.
Regresa a la mesa y en la misma parsimonia se quita la ropa y la acomoda en el respaldado. Vuelve a su pila de piedras, toma la primera roca y se cubre el miembro con ella, para sostenerla usa cinta diurex que se enrada al rededor del cuerpo. Después en un brazo, en el otro, necesita ayuda, asi que la pide, se queda mientras otras dos personas del público le van pegando las piedras donde el va indicando. Los despertadores siguen sonando.
Ahora con las piedras unidas a su cuerpo con la cinta, camina frente a las tres personas del público que sostienen algunos de sus números, los mira fijamente a los ojos, después de un tiempo pasa por entre ellos, hacia las escaleras. En silencio sube, se dirige a la puerta y sale a la calle desnudo, con el cuerpo lleno de piedras y la cara oprimida por las pinzas de madrera para la ropa.
Salimos tras el, lo veo llegar a la esquina y doblar a la izquierda, seguido por algunos de los espectadores. Yo ya no tuve la curisidad suficiente para llegara hasta allá.

Más tarde, leyendo el programa de mano, supe que el intento del Señor Meyer era mostrarnos como el tiempo es relativo y cuando se sufre nos parece interminablemente largo.
Qué, qué?? Osea que me ha hecho perder 30 minutos de mi tiempo para decirme algo que ya sabía y que además me parecio, grotesco, aburrido y ceremonioso, que si esa era su intención se la aplaudo. Sin embargo, utilizó un discurso pretencioso e inteligible, que solo el y su mamá entendeiron. Regresandole además una solemnidad que ya habiamos perdido frente a las manifestaciones artísticas, pero sobre todo, perdiendo el interes de la mitad de su audiencia.


Así pues, qué pretende el arte de acción? Será que la necesidad de crear nuevas expresiones estan llevando a los artistas al borde del desatino mental o que simplemente aún no estamos listos para el y por tanto no lo comprendemos. O tal vez, y esta es la más segura, es que me toco ver una puesta malísima de algo que pudo ser muy bueno.

C/Escuadra,11. Madrid